lunes, 21 de abril de 2008

Sin palabras

El domingo a la noche El Teatro Negro de Praga presentó Los Sueños del Dr. Frankenstein.
La técnica utilizada es impecable. Sin dar lugar a las palabras, con luces, movimientos y música, se narra un relato completo y complejo. Eso sí, el Orfeo Superdomo no fue el mejor lugar para icha puesta en escena. La amplitud del lugar y la lejanía del escenario hizo que se perdieran los detalles que derivaron, en algunos casos, en ciertos baches en la historia.
Claro que el relato era complejo y por momentos ilógico, puesto a que la historia se trataba de un sueño y los sueños no se caracterizan por la coherencia.
El uso de los espacios, la expresión corporal, los efectos sonoros mezclados con música, los juegos de luces que hacen aparecer y desaparecer a elementos y personajes son lo que distingue al Teatro Negro de Praga de otro tipos de actuaciones.
Excelente destreza, en un espacio demasiado grande como para poder apreciarlo. Espero que vuelvan al Teatro del Libertador, donde se presentaron en numerosas ocasiones, para tener una revancha.
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Foto: Escena de la obra. Sacada de Citytours.cz.

2 comentarios:

Claude dijo...

Una vez presencié una conversación entre un amante de estas presentaciones y uno de esos refutadores facilistas. El segundo dijo: "La magia no existe", y el primero le explicó: "Por eso es magia".
La palabra "magia" estaba siendo usada en un sentido amplio, como representación y fantasía.
A mí me gusta mucho.

Daniel Ballistreri dijo...

Esto que le sucede al Teatro Negro en el Orfeo es lo que le sucede a todo espectáculo que fue concebido para un ambiente y termina siendo representado en otro.
Por eso me quejo amargamente cuando Marcelo Álvarez canta en el Orfeo, o La Barra en el Libertador.
En fin, yo me quejo, pero no me escuchan: los billetes suenan más fuerte.
Saludos.